Soy fotógrafo especializado en viajes, hotelería y turismo. Me pagan por mostrar el mejor ángulo de lugares que inspiren ser visitados. Cobro por ello y, la verdad, me apasiona este trabajo. Sin embargo, hay temas que no pasan desapercibidos y como fotógrafo siento que tengo un deber de exponer situaciones que considero inaceptables.
En el pasado viaje que hice a San Andrés Islas, precisamente para hacer unas fotos por encargo a un hotel, me encontré con un estado lamentable de salubridad, por cuenta de las basuras que están inundando a la Isla. Desde el aeropuerto, pasando por el centro, y al interior en barrios como El Cliff y atracciones turísticas como el famoso Hoyo Soplador.
La fotografía 360 también sirve para denunciar
Hice por mi cuenta y riesgo fotos que aparentemente van en sentido contrario de mi labor de promoción del turismo. Quise mostrar el estado lamentable en el que se encuentra el Hoyo Soplador, rodeado por basuras, escombros y unas casetas que hacen irreconocible el lugar para quienes lo visitamos hace algunos años.
Como lo dije en mi blog de El Tiempo,
“de no ser por un letrero que avisa de la existencia del Hoyo Soplador, la impresión del lugar es de unas casetas en medio de basuras y con una gran letrina en el patio”.
En la foto 360 del Hoyo Soplador quise aprovechar las posibilidades multimediales de acercamiento a los detalles, para mostrar lo que en una panorámica se pierde: cantidad de basura regada por todas partes: latas de cerveza, botellas de vidrio, de plástico, icopor, basura orgánica, empaques, cajas y chatarra. Mucha chatarra (lavadoras, neveras, etc.).
Sé que es una foto odiosa y que será incómoda para algunos. Pero necesaria. No busca cosa diferente que hacer un llamado de atención para que la actitud hacia la naturaleza sea de respeto, conservación y sustentabilidad. Detesto el turismo agresivo, que arrasa con lo que le pongan al frente.
Solución: un poco de sentido común y algo más
La solución está en manos de todos:
- Turistas y visitantes: tan sencillo como no arrojar basura. Hay montones de latas de cerveza, empaques de comidas y souvenirs, botellas plásticas de agua, de vidrio, Hay inclusive una práctica lamentable de echar latas al hoyo para medir la fuerza del agua al salir en el chorro. Sentido común, amigos, no es mucho pedir…
- Habitantes: hablo de todos, sin esa odiosa distinción de clases que hay en la Isla donde algunos son “pañas”, otros “isleños” y otros “raizales”. Los habitantes del sector deben aportar también con el sentido común de no arrojar sus desperdicios por todas partes. Es notorio ver cantidades de chatarras de lavadoras, neveras, desperdicios orgánicos, llantas… Esta basura seguramente no fue un turista quien la arrojó descuidadamente.
- Empresarios: todas las empresas que se benefician del turismo en la Isla, directa o indirectamente, deben entender así sea por interés económico, que el futuro de su propio negocio depende de la conservación de la Isla.
- Gobierno: tanto nacional como local. Quisiera saber de qué manera se ha permitido construir tan horribles casetas de hojalata a tan solo 3 metros del Hoyo Soplador. ¿Estamos hablando de propiedad privada?
La solución no está en dejar de visitarlo y caer en el pesimismo que inmoviliza. Mi invitación es a hacer de este San Andrés, una isla digna de ser visitada, limpia de basura, chatarra, corrupción, clases sociales y miseria mental.
Volveré a San Andrés y espero algún día hacer la foto 360 de un nuevo Hoyo Soplador que siga lanzando chorros de esperanza a las nuevas generaciones.
Más fotos de basuras en el Hoyo Soplador
Algunas fotos de detalles del lugar… Lamentable.
Aviso del Hoyo Soplador de San Andrés, en medio de basuras
Botella de Agua Pura Brisa ensuciando el Hoyo Soplador
Botella de vidrio de Vino Manischewitz como basura cerca del Hoyo Soplador
Chatarra de estufa, abandonada en el Hoyo Soplador de San Andrés
Icopor, basura abandonada en el Hoyo Soplador
Latas de cerveza abandonadas junto al Hoyo Soplador
Basuras orgánicas esparcidas en la entrada al Hoyo Soplador
A continuación les comparto las ideas que me envió al respecto de este tema, el empresario Alvaro Zuluaga, del Hotel San Luis Village.
San Andrés Isla, ¿resignación o esperanza?
Consecuencias de un modelo opuesto a la sostenibilidad
La sostenibilidad para el caso de un destino turístico, se fundamenta en el uso de los recursos, buscando su permanencia en el tiempo, satisfaciendo las necesidades de la generación del presente sin comprometer la necesidades y garantizando el mejoramiento de las condiciones de dichos recursos para las generaciones futuras. En pocas palabras, se trata de entregarle un mejor lugar dónde vivir a nuestros hijos y a la nueva generación de turistas, si es el turismo lo que lo que queremos mantener como eje central de la economía de la Isla. Esto implica mantener un equilibrio entre los componentes ambiental, social y económico de una región.
Aunque no soy “raizal”, ni “turco”, sí puedo decir que conozco muy bien la Isla y tengo conocimiento sobre el origen de muchas de las situaciones que allí ocurren. Tengo que hacer la distinción para mi condición como habitante de este lugar, pues desafortunadamente para el desarrollo sostenible de NUESTRA Isla, la división social se volvió más importante que la intensión por recuperar uno de los mejores lugares para vivir en el MUNDO.
Como se trata de ser transparentes y a partir de la verdad reconocer en que nos hemos equivocado para tomar las acciones correctas, tengo que decir, antes de que lo quieran investigar que es un “paña” (spanish man) o “continental” quien escribe este artículo, con el único objetivo de crear conciencia y ayudar a que queramos VER y reconocer lo que nos esta pasando para actuar antes de que sea muy tarde.
Muchas de las personas a quienes les comparto mi opinión sobra la situación de la Isla les cuesta creer que es verdad, pues para fortuna de quienes habitamos allí y vivimos del turismo que somos casi TODOS, la gente nos sigue manteniendo en su imaginario como la Isla de la Fantasía, la Isla de la Tranquilidad, un paraíso en el Caribe. Otros que nos han visitado, con tristeza me dicen que lo lamentan, pero suponen que es la última vez que viajan a la Isla, pues del paraíso lo “único” que queda es el hermoso mar…
Un modelo turístico donde se volvió mas importante la cantidad que la calidad (turismo masivo indiscriminado) un destino que no ha establecido una capacidad de carga, un medio ambiente afectado por la abundancia y el mal manejo de residuos, contaminación del agua y del aire, atractivos turísticos deteriorados y una cultura propia debilitada y disminuida a causa de la indiferencia de TODOS.
Estas cosas pasan en nuestra Isla, como desafortunadamente pasan en otros destinos que dependen del turismo, la diferencia quizás es la fragilidad de este lugar, las condiciones ambientales tan especiales de este archipiélago, declarado por la UNESCO como RESERVA DE BIOSFERA DE LA HUMANIDAD, la diferencia quizás es que San Andrés es un lugar con una lengua propia, con una cultura propia y especial, la diferencia es que es un lugar superpoblado y TODOS debemos preocuparnos por proteger si queremos que algún día nuestros hijos puedan disfrutar de él.
Por eso lo que hoy escribo, diferente a lo que pueden pensar las personas que viven en la Isla y prefieren no reconocer y mucho menos publicar lo que nos ocurre, lo que puede generar es que todos aquellos que se sienten responsables con el planeta, miren la Isla de otra manera y quieran venirnos a visitar, quieran llegar para ser partícipes de la transformación de este hermoso lugar.
Quien dijo que es pecado reconocer nuestros errores?, creo yo que esta es la mejor forma de iniciar un nuevo camino, el camino que nos permita recuperar nuestra arquitectura Isleña, nuestras buenas costumbres, nuestro entorno natural, nuestra flora, nuestra fauna, nuestra gente linda que se quiere y se respeta, nuestra buena educación, nuestra familia, nuestro mar, nuestra tranquila ciudad, nuestra música, nuestro aire limpio, nuestras calles limpias, nuestra agricultura, nuestra lengua, nuestra sonrisa, NUESTRA VIDA.
Se me olvidaba decir, después de tantas cosas que el lugar que ven en la fotografía 360 es el famosísimo Hoyo Soplador o lo que queda de el después de que muchos turistas han pasado a conocer y a tomarse una fotografía, a beber algún refresco o a comprar un souvenir. Esperamos que la próxima vez que pasen por allí se acuerden que esta belleza natural necesita del compromiso de todos, inclusive de todas las empresas que se lucran con el turismo (empresas de bebidas, de alimentos, de transporte, de turismo, etc) su aporte podría ser muy importante, empezando por la responsabilidad que tienen con los residuos que después aparecen decorando las fotografías de los turistas.
Este lugar es la muestra clara del crecimiento desordenado y sin control que ha tenido la Isla. Hace pocos años todavía era posible reunirse alrededor del hoyo, esperando a que su fuerte chorro sorprendiera y causara emoción en los espectadores. Hoy es evidente que por poco es tapado por las construcciones de estilo indefinido y cantidad de residuos abundan en el lugar, consecuencia de la ausencia de educación y conciencia de residentes y turistas para la conservación de este lugar.
Si se trata de encontrar responsables a lo que nos esta pasando, creo que TODOS tenemos un poco de responsabilidad con el momento que vive la Isla. El gobierno central por su falta de interés por el archipiélago y por la posición paternalista a la hora de dar respuestas, pues no se puede dar soluciones repentinas con subsidios y proyectos desarticulados y fuera de contexto a una situación tan compleja como la que viven las Islas, intentando sanar las culpas de ahora y del pasado.
Quienes habitamos la Isla, somos responsables por mantenernos inertes a todo que pasa en el Archipiélago, por mantenernos inmóviles y no exigirle al gobierno local que GOBIERNE con criterio, CONSCIENCIA y trasparencia y que tome acciones inmediatas que permitan la recuperación de un lugar de suma importancia para todo el planeta. Somos responsables también porque, nunca estamos de acuerdo, nunca actuamos UNIDOS y hablamos y criticamos sin piedad pero no somos capaces de hacer, de actuar o simplemente de sabernos comportar.
Los turistas que nos visitan se hacen responsables cuando no actúan de manera inteligente y no se dan cuenta del privilegio de estar en un lugar donde la belleza del mar que los recibe los hace sentir VIVOS y comprenden por un instante la maravilla de la naturaleza.
Si estas interesado en hacer parte de una iniciativa que busca recuperar la grandeza y la belleza del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, te invitamos a que te unas al movimiento “Yes I Do! Yo SI amo San Andrés!”
Esta iniciativa tiene un grupo de Facebook al que te puedes unir y dejarnos conocer tus ideas……
Sólo me queda por decir que espero que no ocurra que un día la naturaleza decida negarnos la posibilidad de contemplarla para ser felices, cuando se dé cuenta de cómo la hemos maltratado.